
La mente divide la experiencia. Mindfulness la integra
La mente divide la experiencia en partes para conocerla. La Meditación y el Mindfulness nos devuelve a la sabiduría de la experiencia plena.
De entre las actitudes que cultivamos a través de la Meditación o el Mindfulness, el "no juicio" nos ayuda a acercarnos a la experiencia de las cosas de modo integrado. Frente a un acontencimiento que nos produce alguna emoción displacentera, la mente trata de fraccionarla juzgando sus partes como buenas o malas. Reducimos así nuestra vida a aspectos evaluativos de lo que nos ocurre: "Esto es bueno", "esto es malo", con las consecuencias asociadas de correr detrás de lo que percibimos como "bueno", y rechazar lo que juzgamos como "malo". Denis Genpo Melzel en su libro "Gran mente, gran corazón", describe bellamente, a través del símbolo del yin y el yang, como las polaridades se unen para entrar en contacto con la experiencia plena de las cosas.
Para Genpo, "Gran mente" es el yang, y "Gran corazón" es el yin. En las palabras que reproduzco, el Gran Corazón habla en primera persona y nos cuenta:
"La Gran Mente es la sabiduría no discriminadora, mientras que yo soy el Gran Corazón, es decir, la compasión. Cuando yo no estoy, la sabiduría no es tal; sabiduría sin compasión no es suténtica sabiduría, porque mi aspecto yang o masculino puede resultar demasiado duro, cruel y poco compasivo. Sin mí pues, es decir, sin compasión, no hay verdadera sabiduría. Y viceversa, porque, en ausencia de la Gran Mente, tampoco puede haber compasión verdadera. Es por ello que nosotros somos una pero, al mismo tiempo, dos facetas absolutamente necesarias de lo mismo.
Si echas un vistazo al símbolo del yin-yang, advertirás que el yang es la Gran Mente y que el yin soy yo, el Gran Corazón, y que juntos constituimos la compasión integrada yin-yang. En mi interior, sin embargo, también se halla el germen de la sabiduría (el punto blanco), del mismo modo que, en el interior de la Gran Mente, se halla también el germen de la compasión (el punto negro). Eso significa que la sabiduría contiene la compasion y que la compasión contiene la sabiduría, y que ambas fluyen simultáneamente. La frontera que nos separa no es una frontera fija sino oscilante y siempre cambiante.
La Gran Mente y el Gran Corazón son uno pero, al mismo tiempo, dos aspectos diferentes. De hecho, tanto en chino como en japonés sólo hay una palabra para referirse a nosotras que, en japonés, es shin (mente-corazón)".
En momentos de dificultad busquemos esa alianza: mente y corazón. Cada mañana, despierta y respira.