QUERERSE A UNO MISMO

Quererse a uno mismo no es construir una imagen para amarla. Deepak Chopra nos habla de la diferencia en “El camino de la sabiduría”.

“Hasta cierto punto, todos nos enamoramos de imágenes. Llevamos estas imágenes dentro de nosotros mismos y esperamos hasta encontrar algo que armonice con ellas en el mundo exterior. Generalmente buscamos a alguien que, o bien refleje nuestras propias imágenes de nosotros mismos, o que las repare. La primera clase de amor busca un espejo, la otra quiere añadir una pieza que falta. En ambos casos hay una sensación subyacente de necesidad. Te sientes incompleto en ti mismo y tratas de subsanar esta carencia por medio de otra persona”.

Con frecuencia nos hablan de aprender a quererse a uno mismo. Debemos tener cuidado con esta expresión que, a menudo, es sinónimo de aprender a amar a tu imagen de ti mismo. Esa imagen está hecha de memorias del pasado, recuerdos de amor o de odio, culpa, rechazo, etc. Estas imágenes son lo que son. Acéptalas y aprende en cambio a querer a tu Yo, a lo que eres más profundamente.

“La memoria sólo puede encerrarte dentro de un sentido asfixiante de tu pasado personal. Más allá de la memoria se encuentra la callada experiencia del Ser, simple conciencia sin contenido. Esta es la región del amor, la región de ti mismo en la que se entra por medio de la meditación. Existen muchas clases de meditación; tanto en Oriente como en Occidente su tradición se guía por el principio de que tienes un núcleo del Ser o esencia en el que se puede entrar. El acceso no se logra pensando o sintiendo. En vez de ello, meditar es ir directamente a la región callada de dentro”.